Los baños termales árabes han
sido importados por los romanos y han dejado un legado muy importante en cuanto
a tipo de estructura arquitectónica se refiere desde el siglo XI. Los
musulmanes heredaron de los romanos su amor por la termas y en Al-Andalus,
poniendo en funcionamiento numerosos baños llamados “hammám” -las
ciudades populosas contaban con un buen número de dichas instalaciones- muchos
de los cuales fueron destruidos posteriormente. Estos baños musulmanes tenían
la función no solo como punto de reuniones políticas, sino también como terapia
curativa para los musulmanes. Tanto romanos como musulmanes, mujeres y hombres
(siempre separados) podían gozar de este sitio, sea públicamente o en otros de
carácter privado para estas reuniones políticas; por lo que las similitudes son
claras: de uso médico, de uso político y de uso también deportivo para
actividades gimnásticas situadas en una parte específica de las termas. Sin
embargo, para los musulmanes, tenía una función también purificadora de
carácter religioso como si de una penitencia se tratase. Los baños árabes
seguían una disposición similar a las termas romanas aunque su construcción
conllevaba una monumentalidad más modesta. He aquí un esquema:
Se
disponían de tres salas con el objetivo de tonificar, activar la circulación
sanguínea, hacer sudar el cuerpo, etc. : – Una sala de agua fría equivalente al
frigidarium romano, otra de agua templada, y otra de agua caliente. Además
de una sala principal en donde la gente pasaba la mayoría del tiempo.
En cuanto a la arquitectura de
los baños árabes fue bastante homogénea como se comprueba al comparar los que
nos han llegado en buen estado de conservación. Las instalaciones se disponían
en salas cuadradas o rectangulares no muy extensas, que se abovedaban con el
apoyo de muros verticales con arquerías -de medio punto o de herradura
con óculos con forma de estrella que comunicaban los baños con el exterior
para permitir el paso de luz natural y evitar las condensaciones del vapor de
agua, y así que este vapor gotease lentamente- apoyados en columnas
exentas. El material con que se edificaron estas estructuras casi siempre
era el ladrillo enfoscado o enlucido superficialmente, salvo las columnas que
podían ser marmóreas o de otros tipos de piedra. La decoración mural de
las paredes y las bóvedas de las estancias se basaba en motivos geométricos
sencillos pero coloreados.
En definitiva, las similitudes
entre termas romanas y árabes son muy numerosas en relación a sus funciones y a
estancias, pero muy diferentes arquitectónicamente (dado que la mayoría de los
romanos las tenían abiertas al cielo) y religiosamente.
A continuación os dejo un vídeo sobre los baños árabes de Ronda, simplemente para hacernos una idea de como funcionaban los baños en época musulmana. Que lo disfrutéis!!
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